Los fraudes en la industria de los seguros son bastante comunes a nivel mundial, siendo un crimen que puede ser cometido por cualquier persona sin importar su clase social, nivel cultural, educativo o económico y resulta sumamente difícil para muchas aseguradoras el poder protegerse ante este problema.
Tan solo en Estados Unidos, existe una pérdida ocasionada por fraudes de al menos 80 mil millones de dólares, pese a ser un país que cuenta con numerosos avances tecnológicos y la capacitación suficiente para disminuir el impacto de este crimen.
Lamentablemente existen muchas conductas catalogadas como fraudes que pareciera que estuviesen socialmente aceptadas, lo que trae como consecuencia a que muchas personas y empresas realicen estas prácticas, aumentando finalmente el porcentaje del delito a nivel nacional e internacional.
Creemos conciencia y permitamos sanciones
Si la población no es consciente de que se está cometiendo un fraude a su compañía de seguros o no ve esta actividad como algo que le afecte, se hace extremadamente difícil para el sector poder disminuir los casos de delitos relacionados y además que se apliquen las debidas sanciones. ¿Cuáles prácticas son usuales y no son vistas de manera negativa?
- Brindar información falsa o incompleta a la aseguradora al momento de contratar un seguro.
- Mentir sobre los daños y/o consecuencias de un siniestro.
- Presentar una reclamación por siniestro, la cual estaría acompañada de circunstancias falsas o de poca credibilidad.
- Provocar un siniestro con el fin de sacar provecho económico de la empresa aseguradora.
- Incluir en el reporte del siniestro, pérdidas o afectaciones que habían ocurrido antes a causa de otros eventos y que además no guardan relación alguna con el hecho actual.
Podemos concluir que aunque las aseguradoras invierten cada día más en tecnologías antifraude, campañas de concientización y herramientas para disminuir este tipo de delito, todavía es una lucha que tiene un largo recorrido antes de poder ver un avance notorio.
Debemos tomar en cuenta que el avance de la tecnología ofrece beneficios y desventajas ya que esto también da paso a nuevas formas de llevar a cabo estafas, pero lo importante es que las compañías de seguros tradicionales puedan dar el paso a la digitalización y así darle la bienvenida a tecnología que permita dar una solución a los fraudes.
En LISA empleamos operaciones automatizadas y tecnología vanguardista, lo cual garantiza la filtración de comportamientos sospechosos y alertas que podrían suponer dolorosos fraudes a las industrias aseguradoras. ¿Quieres saber más? Comunícate con nosotros haciendo click en acá.