Desde hace más de un año, todos hemos estado frente a cambios inimaginables en diversos ámbitos de la vida, a nivel personal, familiar, de trabajo, empresas, economías y todo lo que le sigue.
Para las industrias ha sido realmente retador el pensar e incluir nuevos servicios para sus clientes y una de las principales compañías, las aseguradoras, debido a su anticuada manera de operar, ha tenido que ser resiliente e ir contra la corriente para cumplir con sus clientes y satisfacer sus necesidades.
Aunque no es la primera vez que las aseguradoras resisten a una crisis, el Covid-19 hizo posible un cambio de planes a corto plazo. ¿Entonces, qué han hecho las aseguradoras ante toda esta crítica situación?
Algunos datos importantes
La crisis sanitaria ha hecho posible acelerar la transformación del sector que el cambio climático inició hace algunos años frente al aumento de desastres naturales: donde el sector agrícola y de salud indican una mayor vulnerabilidad.
El incremento de riesgos asociados a lo mencionado anteriormente, hace necesaria una nueva estrategia, donde miles de organizaciones alrededor del mundo se preparan para proteger a sus trabajadores.
En el caso mexicano, siete de cada 10 empresas, ofrecieron el apoyo de una póliza para sus empleados, 33% correspondiendo a seguros individuales de gastos médicos y 67% lo solicitó en grupo. Según datos de la AMIS, el seguro de vida individual corresponde a 19%, mientras que colectivo a 81%.
En lo que respecta al monto promedio de indemnización, en gastos médicos individuales corresponde alrededor de los 23 mil dólares y el colectivo a 19 mil dólares. En ese mismo sentido, el seguro de vida individual se eleva cerca de los 20.000 dólares y en colectivo a casi 8.000 dólares.
La modernización de la industria de los seguros
- La apuesta ahora por crear productos que se anticipen a las próximas emergencias de salud u otros ramos que puedan surgir en la nueva normalidad.
- Muchas empresas que lucharon por subsistir ahora serán más conscientes sobre la importancia de estar protegidos hoy y mañana.
- La industria de los seguros está trabajando para diseñar nuevas pólizas, que aunque se espera sean más costosas, ofrecerán mecanismos para que las organizaciones puedan protegerse de las demandas laborales o paros en caso de que ocurriese una emergencia sanitaria como la que se ha estado viviendo.
- Las aseguradoras deben mejorar su sistema para incentivar la comunicación y el trato con sus clientes y agentes, pues el distanciamiento social ha obligado a repensar en otro tipo de soluciones para mantenernos comunicados y operativos.
- Si bien los desastres naturales no pueden prevenirse, la recopilación de datos por parte de las aseguradoras ahora es una necesidad, de allí la nueva idea de no solo buscar soluciones al momento del siniestro, sino también prevenirlos, hecho que hasta ahora no se ha explorado mucho.
- Todo lo anterior, va de la mano con la tecnología, con la cual la industria de seguros es más eficiente, capaz y segura durante todos sus procesos, acelerándolos y ahorrando en costos y tiempos.
Finalmente, podemos resumir que todo este movimiento repentino en el cambio operativo de las empresas aseguradoras, como muchas otras industrias, ha conllevado a una cultura de consciencia donde quienes antes no estábamos protegidos, ahora podamos buscar las alternativas que tengamos al alcance para hacerlo y también hacer posible la prevención de siniestros.
Contar con un seguro es indispensable aunque no lo lleguemos a necesitar, que necesitarlo y no tenerlo.
Gracias a todo este revuelo tecnológico y crítico, modernizar por fin la industria de los seguros no será tan solo una necesidad sino una obligación si las aseguradoras están dispuestas a retener y satisfacer a sus clientes y a su próximo asegurados de otras generaciones venideras.